lo que nos ataca
no siempre llega de las sombras
pero, cuando lo hace,
se nota
casi nunca son claras
ni límpidas
y, a menudo, ni siquiera son visiones
se manifiestan, más bien,
en estocadas arteras
y aleatorias
no hay una definición clara del horror
no puede haberla
es más
no debe haberla
es el dolor escondido e inédito
la soledad no buscada
la falta repentina
la angustia del ya no más
el rencor de carecer de enemigo visible
el puño crispado sin destino
el horror puede ser un quiebre
porque ya nada volverá a ser igual
y nos obliga a afrontar un camino
no hecho
los rostros no serán los mismos
y las palabras tampoco
si, un nuevo horror
nos enfrenta a un nuevo desafío
todo se vuelve noche interna
navegación sin cielo
ni tierra
comenzamos a entender
que ciertas faltas
serán eternas
a partir de ahora
para siempre
siempre
(la eternidad es
aún
más desoladora)
los compañeros no alcanzan
ante esto
ya nada alcanza
soledad
pura
cruda
cruel
despiadada
fría
humana
melafú!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario