miércoles, 8 de septiembre de 2010

el poema no cerrado : stéphane mallarmé

poesía 
      estado puro
ser de la palabra
                                       desplazada
no hubo la opción.
           de tanto descarte antes que él

descubrir en el gesto mínimo
                                                         posibilidades infinitas
si esa puerta se abre,
la otra,                     necesariamente,
                                       permanecerá cerrada.
                                                                              no entornada.
no.
                    la opción es individual.
                                              como siemrpe
más que nunca.
melafú!

La tumba de Edgar Poe 
Tal como al fin el tiempo lo transforma en sí mismo,
el poeta despierta con su desnuda espada
a su edad que no supo descubrir, espantada,
que la muerte inundaba su extraña voz de abismo.

Vio la hidra del vulgo, con un vil paroxismo,
que en él la antigua lengua nació purificada,
creyendo que él bebía esa magia encantada
en la onda vergonzosa de un oscuro exorcismo.

Si, hostiles alas nubes y al suelo que lo roe,
bajo-relieve suyo no esculpe nuestra mente
para adornar la tumba deslumbrante de Poe,

que, como bloque intacto de un cataclismo oscuro,
este granito al menos detenga eternamente
los negros vuelos que alce el Blasfemo futuro.
(Versión de Andrés Holguín)
Brisa marina
Leí todos los libros y es, ¡ay! , la carne triste.
¡huir, huir muy lejos! Ebrias aves se alejan
entre el cielo y la espuma. Nada de lo que existe,
ni los viejos jardines que los ojos reflejan,
ni la madre que, amante, da leche a su criatura,
ni la luz que en la noche mi lámpara difunde
sobre el papel en blanco que defiende su albura
retendrá al corazón que ya en el mar se hunde.
¡Yo partiré! ¡Oh, nave, tu velamen despliega
y leva al fin las anclas hacia incógnitos cielos!
Un tedio, desolado por la esperanza ciega,
confía en el supremo adiós de los pañuelos.
Y tal vez, son tus mástiles de los que el viento lanza
sobre perdidos náufragos que no encuentran maderos,
sin mástiles, sin mástiles, ni islote en lontananza...
Corazón, oye cómo cantan los marineros!
(Versión de Andrés Holguín)


marcel duchamp vs stéphane mallarmé (david g. torres) - excelente ensayo
(dos de los referntes básicos, de la filosofía melafuniana!)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario