jueves, 2 de septiembre de 2010

maestros

quienes son los maestros?
qué es un maestro hoy?
qué significa ser un maestro en tiempos como estos?
a quién sería justo reconocer como tal?

parece que, por estos tiempos,
hay maestros por todos lados,
y no necesariamente de guardapolvo blanco.

aparecen y desaparecen,
se muestran o esconden,
hablan o callan.
en función de necesidades poco claras.

muchos de aquellos que se autodenominan así,
son meros repetidores de recetas,
a menudo falsas o desactualizadas,
otros son hipócritas a sueldo,
mercenarios de verdades ajenas,
que modifican sus opiniones, y principios,
por migajas.

otros se mueven al ritmo de la moda,
de lo que les han impuesto como cierto,
se visten, hablan y piensan como les han dicho que debe ser.
los hay saltimbanquis de inconfesables creencias,
que modifican los mensajes, vaya uno a saber en función de qué,
y retrógrados consecuentes con el atraso,
que, con tal de mantener el “status quo”,
siguen mirando hacia atrás

pero lo que personalmente más detesto,
son aquellos que haciéndose ver como tales,
y usufructuando las bondades que la posición les brinda,
se valen de herramientas lícitas y de las otras,
para obligarnos a unir todos los fragmentos

aquellos que se preocupan por demás,
para que todo nos quede perfectamente claro.
los que nos disipan todas las dudas,
y nos enseñan el correcto camino.

desde hace mucho desconfío de los que tienen tanta claridad,
de aquellos que,
mirando condescendientemente al resto,
y brindándoles una sonrisa socarrona,
dicen cosas como : “no te hagás problema, yo te explico”
de los que hablan como si su palabra,
realmente,
debiera ser escuchada.
"bleu II", joan miró (1961) - 106.3" x 139.8"

tal vez los maestros no deban ser aquellos que nos inundan de información.
tampoco los que nos tranquilizan y aquietan,
ni los que pretenden solucionar todos los problemas que nos aquejan.
mucho menos los que hacen de la “iluminación” un negocio propio.

para mi los maestros son aquellos que nos muestran caminos diferentes,
nos intranquilizan, nos excitan, nos encienden,
nos predisponen a arriesgar.
esos que, lejos de darnos las respuestas,
nos generan más y más preguntas.

claro que no son los que abundan,
sólo hay que saber buscarlos…
melafú!

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