domingo, 15 de agosto de 2010

intolerancia


mientras la intolerancia nos corroe por dentro,
seguimos creyendo, y pregonando,
que somos tolerantes, comprensivos y bienpensantes

mientras miles y miles de desprotegidos,
viven en las calles, se alimentan de despojos,
y se meten tóxicos en el cuerpo,
quemándose el cerebro,
seguimos exigiendo seguridad para nuestras actividades,
al precio que sea.

mientras a lo largo y a lo ancho de todo el mundo,
se persigue, arresta, golpea  y asesina,
a millones de individuos que son “diferentes” a la mayoría,
nosotros seguimos viéndonos al espejo como
ejemplo de normalidad.

mientras en nombre de creencias y religiones,
se inventan y deshacen enemigos,
se arman y desarman guerras,
- dónde mueren millones de inocentes, que no tienen la menor idea de lo que pasa -
nos conformamos con que se trata de “daños colaterales”

y seguimos transcurriendo esa existencia pequeño burguesa,
a la que le preocupa más la cantidad de ballenas,
que los expulsados de un sistema que no reconoce fronteras.

el miedo a la diferencia, la ignorancia y la estupidez,
son los principales causantes de la intolerancia.
en cualquiera de estos casos, y muy a menudo,
todo esto esta generado, impulsado y acrecentado por el poder de turno.

no por casualidad

la intolerancia es un veneno.
uno de los peores.
que ataca tanto individual como socialmente,
y, lentamente, nos va convirtiendo en algo,
que, lentamente,
comienza a separarnos de la condición humana.

sería interesante empezar a distinguir nuestras propias intolerancias,
sólo para asumirlas y comenzar a vencerlas.
luchar contra la ellas, en cualquiera de sus formas,
es una tarea difícil y compleja.
pero hay que intentarlo.

vencerla, aunque sea en batallas parciales,
nos vuelve más inteligentes, más sensibles, mejores personas,
nos ayuda a crecer, respetando las diferencias,
aprendiendo de quienes no piensan, necesariamente,
como nosotros.
aceptando que, tal vez,
no seamos nosotros los poseedores de la verdad.

aunque sea por un rato,
sería interesante ver al otro, tan diferente a mí en apariencia,
como un igual,
y tal vez, a partir de ese momento, 
comencemos a transitar un camino bastante más interesante,
más cercano, a lo que solíamos llamar “condición humana”…
melafú!

2 comentarios:

  1. Un sistema entero funcionando en base a la lógica de la intolerancia (en cualquiera de sus formas, desde la represión hasta la indiferencia), lógica funcional, necesaria para que unos puedan aprovecharse de otros, reduciéndolos a una masa oscura, poblada de monstruos y amenazas, jamás personas.

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  2. mucha mierda tenemos nos hacen tragar
    pero mucha otra no
    me voy a pintar

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