viernes, 13 de agosto de 2010

marcelito (el gordo)

la úlrima vez que hablamos por teléfono me preguntaste :"¿cuándo venís?, no sé, te dije, se me hace muy difícil viajar en este momento - vos sabías, y yo no quería saber - en los úlimos años nuestra relación había crecido de otro modo - como un hermanito menor - nuestros temas de conversación eran casi siempre los mismos : música, libros, cine, política, comida, la soledad - la vida - nuestras vidas - pero, el tenor de los mismos había mutado - la enfermedad se había vuelto omnipresente - ella era el cristal, a través del cual, empezabas a leer la realidad de otro modo - y yo también - siempre discutíamos - aunque, debo reconocer, qué utlimamente mucho menos - estábamos más grandes - nos importaban más los acuerdos que las disonancias - estuvo bueno ese café que nos tomamos después de caminar más de 50 cuadras un día de semana tarde, muy tarde - ninguno se quería ir - era hasta la vuelta - siempre era "hasta la vuelta" - hasta anoche - ya no vamos a tener otra vuelta - ni otra pizza en "la universal" - ni otra discusión sobre música improvisada - ni otra lectura política - ya no - nos dejaste - me dejaste - anoche nos ganó la enfermedad - el tiempo cura todo - dicen - pero hay vacíos que jamás se vuelven a llenar - digo
melafú!

todas nuestras "peleas" quedaban fuera de lado en casos como éste

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